Es malo formar personas y que se vayan pero aún es mucho peor no formarlas y que se queden (Henry Ford)

miércoles, 22 de octubre de 2014

¿Qué opina el Nobel 2014 de Economía?

Al francés Jean Tirole, Presidente de la Toulouse School of Economics (TSE), en la que da clases a la vez que imparte cursos en el Massachussetts Institute of Technology (MIT), le acaban de otorgar el Nobel de Economía.
Dejamos aquí un enlace a la entrevista que, a raíz de serle concedido el galardón, concedió al diario El País.
 
 
 
 
Reformas a tiempo para afrontar la crisis
Opina Tirole que los países que, como España o Grecia, no hacen sus reformas a tiempo (del mercado de trabajo, de las pensiones, de la organización del Estado, etc.), se ven abocados a aplicar medidas de austeridad como única solución.
En Alemania hicieron en 2002 y 2003 las reformas que eran necesarias, siendo canciller Gerhard Schröder, sin esperar a estar con el agua al cuello.
 
Contrato de trabajo único
Vemos cómo se generaliza cada vez más la precariedad laboral, cómo se ha incrementado el porcentaje de contratos temporales suscritos y cómo son cada vez más los trabajadores que combinan contrato temporal tras contrato temporal con el paro. Estas personas subempleadas no tienen mucha formación porque sus empresas no invierten en ellos.
Para luchar contra esta realidad Tirole defiende la propuesta de un contrato de trabajo único frente al modelo dual vigente, en el que coexisten un contrato indefinido, extremadamente protector, con un contrato temporal muy poco protegido.
 
Un regulador europeo único para la energía y las telecomunicaciones
Es también Tirole partidario de un mercado europeo de la energía y de las telecomunicaciones con una autoridad única de regulación.
Hace años se constituyó una autoridad europea de la competencia, lo que Tirole considera un paso positivo, pero opina que si se quiere que actúe con eficacia en el campo de la energía, por poner un ejemplo, no pueden mantenerse las reglas nacionales, las redes de transporte nacionales e incluso las autoridades nacionales de la competencia.
Defiende Tirole que una economía de mercado tiene también que funcionar sobre un Estado fuerte, que ejerce su papel de regulador y de árbitro. El Estado debería actuar con independencia para definir las reglas del juego y crear condiciones justas de competencia, sin desequilibrar la balanza a favor de unos u otros.
 
Entrevista

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